Internet se encuentra entre las primeras cosas que los humanos han creado y que realmente no comprenden, el mayor experimento de anarquía de la historia. Cientos de millones de personas crean y consumen cada minuto una cantidad incalculable de contenido digital en un mundo online que no se rige por las leyes terrestres. Eric Schmidt, presidente ejecutivo de Google.
Internet en un breve espacio de tiempo ha supuesto dos revoluciones increíbles que todavía no han sido comprendidas por la sociedad, aunque paradójicamente si asumidas.
La primera revolución es la de los datos, con Internet la digitalización de la sociedad ha alcanzado su punto más alto, todo está en la red, todo se puede buscar en la red, lo bueno y lo malo. La red es un elemento disruptivo para los negocios, acabó con las enciclopedias, con los cd`s musicales, con la fotografía analógica, con las cartas, con los faxes, con… Todos estos elementos y más han sido substituidos por Wikipedia, por el mp3, por el jpg, por el email…
La segunda gran revolución es la propia democratización de Internet con la llegada de las redes sociales, la bidireccionalidad de la información llegó para cambiarnos las vidas, al fin la información no partía de unos para que la gran mayoría la consumiera, sino que la gran mayoría producía información y la publicaba fácilmente para que todos la pudiéramos consumir, compartir, mejorar, comentar..
Socialmente todavía no hemos asumido los cambios que esta segunda gran revolución digital está suponiendo, pero pensemos por un momento donde estamos hoy en día y de donde veníamos hace solo unos pocos años.
Podría pasarme el día entero relatando nuevas formas de trabajo o de comunicación interpersonales y de organizaciones pero realmente si nos paramos a pensar un poco, todos nos damos cuenta de lo mucho que hemos cambiado en poco tiempo.
La sociedad ha cambiado y las empresas y las organizaciones son parte de la sociedad, también se ven afectadas por la tecnología y también cambian. Ante un mundo con toda la información al alcance de la mano, la competencia es más mayor y más preparada, los cambios son más rápidos y constantes y la necesidad de innovar está más presente que nunca en nuestros procesos.