¿La tecnología te supera? ¿Te sientes intimidado por cambios constantes en la forma de hacer las cosas? ¿No la entiendes? ¿No consigues seguir el avance tecnológico? Pues lamentamos entonces darte esta mala noticia, el mundo hoy en día será algo primitivo dentro de pocos años, algo así como la prehistoria tecnológica.

El progreso tecnológico no ha hecho sino empezar a coger fuerza en una espiral de avances y cambios exponenciales tal y como predijo Raimond Kurzweil en su ley de rendimientos acelerados, una teotía que extiende la ley de Moore para describir un crecimiento exponencial del progreso tecnológico. Según el artículo de Wikipedia que habla de esta ley, “..la ley de Moore describe un patrón de crecimiento exponencial en la complejidad de circuitos semiconductores integrados. Kurzweil extiende esto para incluir tecnologías futuras que distan de los circuitos integrados. Siempre que una tecnología alcance cierto tipo de barrera, según Kurzweil, se inventará una nueva tecnología para permitirnos cruzar esa barrera. Cita numerosos ejemplos del pasado para sostener su aseveración. Kurzweil predice que tal revolución será cada vez más común, llevando a “cambios tecnológicos tan rápidos y profundos que representarán una ruptura en el tejido de la historia humana”. Kurzweil cree que la “ley de rendimientos acelerados” implica que ocurrirá unasingularidad tecnológica antes del fin del siglo XXI, hacia 2045“.

Pero no nos vayamos tan lejos, veinte años antes se prevé un mundo totalmente conectado y profundamente digital, materiales como los semiconductores, los nanotubos de carbono, el grafeno y la tecnología 5G maximizarán el dominio de las comunicaciones inalámbricas por todo el planeta (ver: las diez innovaciones que cambiarán el mundo dentro de una década).

El cambio de lo analógico a lo digital está cogiendo velocidad de crucero en los últimos años, todo a nuestro alrededor está cambiando, nosotros mismos estamos cambiando para adaptarnos a nuevas formas de procesar la información, poco a poco dejamos de alzar la mano para llamar a un taxi y ahora la bajamos para hacer un clic y traer un taxi, uber o dentro de poco un coche sin conductor que nos acerque allí donde vayamos.

No hay vuelta atrás y vamos cada vez más rápidos. En el ámbito empresarial, muchas organizaciones tienen todavía mucho por hacer para poder coger este tren que cada vez va a mayor velocidad, desde cambios en sus procesos internos para adecuarse a las herramientas tecnológicas que aparecen día tras día, hasta mejoras en su forma de comunicar en entornos digitales, pasando por formación, imagen de empresa y la propia estrategia digital de la organización que muchos tienen olvidada o en segundo plano y ya es un elemento indispensable para aumentar la productividad y la propia competitividad. ¿Subes a tu organización a este tren de alta velocidad?

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