¿Para qué debería hacer mi empresa una consultoría de transformación digital? Esta es una pregunta que nuestro equipo recibe frecuentemente. La respuesta, tratando de resumir al máximo, es para mejorar la productividad y aumentar la rentabilidad. Evidentemente para llegar ahí hay mucho más. El impacto de la transformación digital se traduce en una serie de beneficios para la organización en función del estado de implantación y del grado de adaptación a la transformación digital, con mejoras claras en el desempeño interno de los empleados y la relación con los clientes principalmente.
– Es un proceso que mejora la satisfacción de los trabajadores a medio y largo plazo, ya que una vez solventados miedos e incertidumbres al cambio, los empleados consiguen ser más productivos y su eficiencia operativa aumenta considerablemente.
– Mejora la experiencia de cliente, ya que la empresa no ofrece información general ni basada en sus propias creencias de negocio, sino que al tener datos de necesidades de sus clientes, su oferta está más dirigida y tiende a cumplir las expectativas de los clientes.
– Aumento de productividad. Menos papeleo, menos informes… el trabajo con metodologías ágiles y con formato data driven fomenta la toma de decisiones más rápida, ágil y certera. Las herramientas que se utilizan aportan un valor sustancial al ofrecer formas de evaluar procesos y facilitar la toma de decisiones.
– Ahorro de costes. Un plan de transformación digital se traduce en una guía de actuación clara y personalizada para la empresa, con lo que se evita el método prueba-error y el ahorro de costes es importante para la organización.
– Apertura de nuevas oportunidades de negocio. El análisis de las capacidades actuales de la empresa y su transformación en el ámbito digital, abren oportunidades de generación de negocio hasta el momento desconocidas en la organización.
– El talento y la empresa, la pescadilla que se muerde la cola. La transformación digital está íntimamente ligada con la atracción del talento, lo que mejora la perspectiva interna y externa de la empresa y favorece su crecimiento en función de la mejora de la plantilla.
– Adecúa la gestión de la empresa a la actualidad. El trabajo por objetivos, las metodologías ágiles, la gestión de empleados, los datos para la toma de decisiones y la utilización de herramientas de análisis integradas en la parte clientes (CRM), gestión (ERP) y trabajo en equipo (BPM y Teams), adaptan la gestión de la empresa a las necesidades de cada momento.
– Mejora la toma de decisiones. El control de la empresa basado en datos (Data Driven), mejora la toma de decisiones objetivas.
La transformación digital no es digitalizarse
Disponer de una página web, hacer SEO, tener un CRM, ERP o utilizar cualquier otra herramienta digital no significa que la organización esté en proceso de transformación digital ni mucho menos que esté transformada.
La transformación digital está orientada a la mejora de la productividad y competitividad de las organizaciones en entornos globales y cambiantes. Las empresas que se transforman digitalmente son empresas con fácil adaptación al cambio, con lo que sus respuestas hacia las diferentes situaciones del mercado siempre son más rápidas y certeras.
Para ello, más allá de utilizar herramientas digitales, la empresa necesita definir un proceso de transformación digital basado en tres pilares fundamentales: PERSONAS + PROCESOS + TECNOLOGÍA.
Una brecha digital cada vez más profunda
Nuestras organizaciones se desenvuelven en un entorno difícil y cambiante. Las empresas con capacidad de adaptación a este cambio y con altas dosis de innovación interna, es decir las empresas que tienen una madurez digital alta (índice preferencial de la transformación digital) superan a sus competidores que no han desarrollado estas capacidades.
Las últimas crisis económicas y la crisis del COVID-19 solo han hecho ampliar esta brecha entre las empresas transformadas digitalmente (o en proceso) con las empresas que han quedado rezagadas en este sentido.
Dos elementos clave de la transformación digital
La transformación digital en una organización es un proceso vivo y definido en el tiempo, por lo que es indispensable que se focalice en una hoja de ruta clara y directa de cómo y cuando aplicar los cambios en cada fase, departamento o empresa. El otro elemento indispensable es un presupuesto dedicado ajustado a las necesidades y posibilidades de la organización.
Si quieres profundizar en cada una de las partes descarga gratuitamente el Informe 2024 sobe el impacto de la transformación digital en las organizaciones desarrollado a partir de datos de empresas que han realizado su proceso de transformación digital y refleja sus perspectivas y opiniones totalmente abiertas.